Propósitos de año nuevo

¿Tienes muchas metas para este año nuevo?

Realmente hay mucha presión social en los últimos días de Diciembre. Todo el mundo se vuelve loco a hacer balance.

Y a plantearse qué quiere conseguir en el año próximo.

Es una época en la que parece obligatorio ilusionarse y visualizar el futuro con ganas de mejorar ¡y realmente, es algo que está genial!

Marcarse grandes objetivos y propósitos es algo muy importante para mejorar y avanzar en la vida, ya que nos mantiene conectados a esa necesidad de crecimiento y de superación que tiene el ser humano.

También nos une a la motivación, a las ganas de ser mejores personas. Nos llena de ilusión y hace que aumente nuestra autoestima y felicidad.

Yo como coach no podía sino animarte a que te marques propósitos que te ilusionen ¡pero ojo… que nos volvemos locos con las luces, el espumillón y los villancicos navideños! 

Nos venimos arriba pensando en todo lo que vamos a hacer para mejorar nuestra vida, y una vez pasada la euforia de las fiestas, terminan cayendo en el olvido.

“Este año me apunto a inglés”, “dejo de fumar”, “me apunto al gimnasio”, “emprendo mi propio negocio”,…

Normalmente esa motivación nos dura (siendo muy optimistas), hasta Marzo.

Esto es muy normal que suceda, porque normalmente nos ponemos metas vagamente. Pensamos por encima qué nos gustaría lograr, y punto.

Y es que si no te mantienes conectado a tus objetivos, no revisas tu camino, tu plan de acción y tus motivos, al final tiras la toalla.

Oportunidades

¡En verdad tenemos muchas más oportunidades de las que creemos!

Si lo piensas, tienes un “31 de Diciembre” cada fin de mes (de todos y cada uno de los 12 meses que componen el año).

También hay un “31 de Diciembre” cada Domingo del mes, ya que se cierra una etapa y comienza otra nueva, empezando una semana entera ante ti.

De hecho, para motivarnos más aún, podemos ver un “31 de Diciembre” en cada una de las noches de nuestra vida. 

Y es que cada vez que te vas a acostar y cierras los ojos, el contador se pone a cero.

Incluso aunque no te tomes las uvas, te pongas un liguero rojo, ni hagas ningún ritual especial.

Ejercicio práctico

Para lograr que la motivación y la ilusión te dure hasta que logres tus metas, te propongo que hagas un ejercicio sencillo pero muy potente:

Se trata de hacer una lista con tus 50 “para qué“.

Toma papel y lápiz, y analiza para qué quieres exactamente lograr tu objetivo principal. Esas 50 razones, son en realidad los beneficios asociados que tiene el lograr esa meta grande que te has puesto para este año.

Imaginemos que, por ejemplo, tu objetivo es ponerte en forma. Gracias a este ejercicio que te propongo, seguramente te darás cuenta de muchas cosas. Entre ellas, que realmente lo que deseas conseguir es un cuerpo saludable. Lleno de energía y de vitalidad. Que te permita hacer todas aquellas actividades que te hacen ser feliz y sentirte mejor contigo mismo. Y no tanto perder esos michelines que te sobran. Ni presumir en verano en la playa (como podía parecer al principio).

Analiza y planifica

Muchas veces hacemos las cosas a lo loco. Sin profundizar en qué es lo que nos motiva realmente.

De este modo, si tienes siempre a mano tu lista de motivos, cuando te empiecen a fallar las fuerzas o la motivación, podrás recordar fácilmente tus razones reales. Lo que te impulsa a seguir trabajando de forma enfocada para conseguirlo.

Motivación = motivos + acción

Una vez que tengas claro lo que quieres conseguir y para qué, es importante que te hagas un plan de acción paso por paso, muy concreto. Así tendrás claro qué tienes que hacer para avanzar, y qué evitar.

Recuerda que el éxito se compone de pequeñas acciones diarias.

Cada día cuando despiertes, tendrás ante ti una nueva oportunidad. Un lienzo en blanco para crear tu historia. Tú elijes qué quieres hacer con él.

Evalúa tus avances

Te animo a que aproveches todos estos “31 de diciembre” para hacer balance mental.

Puedes aprovechar los domingos por la tarde (y el último día de cada mes), para analizar qué tal van tus avances y si tienes que modificar, añadir o suprimir algo de tu plan de acción.

Es importante que celebres los pequeños logros que vayas alcanzando.

Y que revises si los propósitos que tenías en mente siguen siendo tan importantes para ti, o si es mejor aparcar (o incluso suprimir) los que ya no son prioritarios, no caben en tu agenda o ya no van contigo.

¡Ánimo!

Si estás empezando a tirar la toalla, te animo a que no te rindas.

Si la idea de mejorar algún aspecto de tu vida se pasó por tu mente, seguro que es bueno para ti que lo hagas.

Póntelo fácil, trata de ir avanzando y haciendo todo lo que puedas cada día, aunque tus circunstancias no sean las ideales.

Pasito a pasito, se logra muchito

Y te recomiendo también que seas flexible y te permitas flaquear de vez en cuando, sin que eso sea motivo para enfadarte contigo mismo y tirar la toalla. Eres humano, no eres infalible.

No pasa nada, nos sucede a todos.

Haz las paces con tu saboteador interno, y recuerda que en cada momento de tu vida tienes el derecho de volver a intentar mejorar.

Así que ¡ánimo valiente, y a por todas!