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Te ayudo a mejorar tu autoestima y tus relaciones, para que logres el bienestar emocional que deseas
Estas son algunas de las inquietudes con las que mis clientes acuden a consulta.
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Tenga lo autoestima algo baja, no valoro mis logros ni mis habilidades, y me pone nervioso que otros me piropeen. A veces me auto-saboteo sin querer. Me siento inseguro, no confío en mi mismo.
Me cuesta detectar y comprender cómo me siento. No siempre se nota ¡pero por dentro tengo un revoltijo emocional! Quiero aprender a gestionar bien mis sentimientos y mis reacciones.
Realmente no estoy fatal... pero me siento estancado y no logro avanzar. ¡Incluso mis seres queridos me han dicho que me notan triste y apagado desde hace tiempo!
Soy demasiado crítico y exigente conmigo mismo. Siempre me fijo en lo que hago mal o es mejorable. Soy muy perfeccionista, no tolero mis fallos. Me siento nervioso e insatisfecho.
Me cuesta tomar decisiones importantes. Lo analizo todo a tope porque me da mucho miedo equivocarme… ¡tanto, que al final me quedo paralizado!
Me cuesta marcar límites en mis relaciones. No sé decir “no” sin sentirme culpable. Así que al final hago cosas que realmente no me apetecen (o que incluso me perjudican)
Me cuesta decir lo que me molesta. Suelo callarme y aguantar… ¡hasta que no puedo más y exploto! Así que luego me siento culpable y eso hace que me bloquee más, es un círculo vicioso.
Soy demasiado susceptible, enseguida siento que me están atacando, que me critican o me juzgan. Eso me hace sentir vulnerable y frágil. Por eso a veces “saco las uñas”.
Me afecta mucho lo que opinen de mi. Por eso siempre trato de dar la mejor imagen posible. Mido todo lo que digo; incluso dejo de hacer cosas que me apetecen, por evitar errores y críticas.
Mis temores e inseguridades me paralizan tanto, que dejo de hacer (o postergo) cosas que me gustarían, con tal de no enfrentarme a eso que me incomoda.
No me pasa siempre, pero cuando me preocupa mucho un tema, termino obsesionándome y le doy muchas vueltas al asunto. Esto me quita energía, objetividad y claridad.
Sé lo que quiero lograr y lo he intentado, ¡pero no lo consigo! Empiezo con mucha energía, pero me desmotivo y tiro la toalla cuando veo que era más difícil de lo que creía.
¡No me comprendo a mi mismo! Pienso una cosa, digo otra y al final termino haciendo lo contrario… Esto hace que me sienta cada vez más liado y desconectado de mi.
Suelo preguntar a todos mis seres queridos su opinión, a veces incluso varias veces. Necesito la aprobación ajena para sentirme seguro y para tomar decisiones.
Quiero mejorar mi vida, adquirir definitivamente hábitos saludables. Llevar una vida ordenada. Sentir que me cuido, que dejo de sabotearme y de perder el tiempo.
Me suelo comparar con los demás. Siempre veo las cosas en las que me superan, en lo que son mejores que yo. No valoro mis virtudes, aunque me las digan desde fuera.
Suelo dar más de lo que recibo en las relaciones. Siento que se aprovechan de mi, sin tener en cuenta mis sentimientos ni mis necesidades.
No sé cómo lo hago, pero atraigo a personas que me manipulan o se aprovechan de mí. Es un patrón que se repite, suelo tener relaciones tóxicas y no sé salir de este bucle.
No me gusta nada sentirme solo, así que me busco cualquier plan (incluso aunque no me guste) con tal de estar entretenido, sentirme acompañado y querido.
No sé estar sin pareja, tiendo a la dependencia emocional. Siempre he ido encadenando una relación tras otra, sin tener apenas periodos de soltería. Me da miedo quedarme solo.
¡Tengo mala suerte en el amor! No atino con las parejas que me echo, así que mis relaciones no duran. No sé elegir bien, o no atraigo a las personas adecuadas para mi.
Casi no hablamos normal, sólo discutimos y está muy tenso el ambiente en casa. Sé que no puedo cambiar a los demás, pero quiero aprender a controlarme y no “saltar” tanto.
Las cosas ya no son como al principio. Cada vez estamos menos en sintonía. No terminamos de entendernos. Nos estamos distanciando y no sé si quiero continuar con esta relación.
He terminado hace poco una relación y no consigo salir adelante. Me siento solo, triste y vacío. Superar este duelo me está costando más de lo que pensaba.
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