Me encontraba bastante decaído. Era presa de algunos miedos e inseguridades que no me estaban permitiendo disfrutar plenamente de mi vida.
Aunque en ningún momento pensé que fuera algo grave ni de lo que había que preocuparse, tenía ganas de crecer, de madurar y de aprender cómo afrontar la vida de otra manera.
Durante el proceso…
El cambio fue progresivo, pero seguro.
Cada día me sentía con un poco más de fuerza para hacer frente a todo aquello que me daba miedo o me causaba ansiedad.
Recuerdo que noté cambios ya desde la primera sesión. Y es muy importante destacarlo, porque a ese primer encuentro llegué en un momento de “bajón” bastante fuerte. Y ya al final de la primera sesión (que fue bastante larga porque Ainoa, con toda su comprensión, profesionalidad y cariño no quiso ponerle límite de tiempo) salí con ganas de mirar adelante y de creer que determinados cambios eran posibles.
¿Cómo te sentiste durante la gestión de esos cambios?
Al principio, mis inseguridades y mi miedo a no tomar las decisiones acertadas me hizo andar un poco detrás de Ainoa. Y ella estuvo dispuesta a ayudarme en todo, a razonar las cosas y a darme las herramientas para que yo pudiera “caminar” solo.
A medida que me he ido encontrando más fuerte y autónomo, y mientras el proceso seguía en su curso, Ainoa en ningún momento se ha olvidado de mí. Ha seguido trabajando conmigo y no ha parado de ayudarme a progresar.
Al finalizar el Proceso…
Estaba realmente muy bien. Aún recuerdo cómo me sentía y la manera en que pensaba al principio de este proceso y, al compararlo con cómo me siento ahora, la diferencia es impresionante.
¿Qué resultados has obtenido con el Coaching?
Son tantos los beneficios que llevaría muchísimo tiempo nombrarlos todos.
Por ejemplo, gracias a este proceso se me han proporcionado unas herramientas con las que soy muchísimo más autónomo que antes.
No necesito la aprobación de un agente externo para darme cuenta de si estoy haciendo las cosas bien o mal.
He aprendido a relativizar, a aceptar y, en cierto modo, a “abrazar” todo lo que ocurre en la vida sin querer controlarlo todo. Y a extraer las lecciones de todo lo que pasa.
Además, algo que me ha encantado de este proceso es que ahora siento que no hay un “techo” o un límite para lo que puedo aprender, mejorar y madurar.
Hace un tiempo creía que determinados aspectos de mi personalidad que me provocaban algo de ansiedad ya estaban fijos, que no podrían irse jamás. Ahora tengo incluso ilusión por mirar adelante y seguir cambiando.
Los ejercicios…
Me han parecido excelentes. Tanto por cantidad y por calidad.
Además, Ainoa espera un mínimo de compromiso y es muy organizada. En ningún momento nos hemos dejado en el tintero algo potencialmente útil.
Hacer las sesiones de forma online fue igual que si estuviera con ella. He podido hacer unas cuantas sesiones en persona y, mientras la conexión lo permitiera (sobre todo la mía), no puedo señalar ninguna diferencia.
¿Cómo te sentiste con Ainoa?
No he trabajado con otros profesionales, pero puedo decir que Ainoa es una persona que combina a la perfección su caráctertotalmente profesional con un cariño, empatía y dedicación que son dignos de admiración.
No tiene miedo a tener que ser un poco más “dura” si en algún momento es necesario. Y sin embargo uno siente que ella misma se está volcando en ti.
Es como si vas a urgencias porque te has roto una pierna y la persona que te atiende no solo intenta curarte. Sino que además ves que se interesa por ti y que va a darlo todo para ayudarte, no únicamente como si fueras un paciente más.
Recomendaría sin duda hacer un proceso de Coaching con ella (de hecho ya le he mandado a varios amigos; yo mismo he repetido con ella cuando lo he necesitado, y seguiré haciéndolo siempre)
Intuyo (porque a mí me pasaba) que a mucha gente le echa un poco para atrás en principio la idea de hacer un proceso de coaching. Porque es algo que va directo a tu percepción de ti mismo, como si no fueras capaz de afrontar las cosas solo.
Pero con Ainoa es todo tan natural que enseguida te das cuenta de que es una tontería, que todos podemos necesitar ayuda en un momento para aprender o interiorizar cualquier cosa, igual que montar en bici, y agradeces haberlo hecho.
Así que a alguien que esté pensando en empezar le diría que aproveche, porque tiene suerte. Que intente ir con la mente despejada y abierta. Que se abra, porque no van a juzgarle. Que escuche con atención a todo lo que se dice. Y que haga las tareas, que no llevan mucho tiempo y tienen beneficios claros e inmediatos.
