¿Quién eres realmente? Descúbrelo fácil con MBTI y Eneagrama (sin etiquetas)
Conocerse puede parecer una tarea complicada, especialmente si eres una persona sensible, de esas que sienten todo muy a flor de piel y que buscan respuestas profundas.
En este artículo, basado en mi conversación con Susana Matondo, exploramos cómo el MBTI y el Eneagrama pueden ayudarte a entenderte mejor sin caer en líos mentales o etiquetas que limitan. Puedes verlo entero aquí:
Autoaceptación: el paso que muchas veces nos saltamos
Nos pasamos la vida intentando conocernos, leyendo libros, haciendo tests… pero a menudo se nos olvida algo esencial: aceptarnos.
La autoaceptación es ese lugar desde el que puedes mirarte con ternura y decir: “así soy, y está bien”. Sin ese paso, todo lo que descubras sobre ti puede sentirse como una carga o una lucha interna. ¿Y sabes qué? Tu personalidad no es un problema a resolver, sino un territorio a explorar.
Aceptar tus rasgos, tus contradicciones, tu sensibilidad, es el comienzo de una relación sana contigo mismo/a.
MBTI y Eneagrama vs. otras herramientas: ¿hay diferencia?
El MBTI y el Eneagrama son herramientas estructuradas que se basan en teorías psicológicas y patrones de comportamiento observables. A diferencia de sistemas más esotéricos como el horóscopo, el diseño humano o la numerología, estas dos herramientas se enfocan en dinámicas internas y motivaciones profundas.
El MBTI se basa en funciones cognitivas observadas por terapeutas. Y el Eneagrama (aunque de origen más místico) es un mapa basado en heridas de la infancia y mecanismos de defensa reconocidos en psicología. Estas herramientas ayudan a comprender la psicología humana, incluso si uno no quiere ser “encasillado”. Esta comprensión puede mejorar significativamente las relaciones y la autoaceptación, al reconocer que los demás son diferentes y comprender sus perspectivas.
Pero hay muchas más herramientas de auto-descubrimiento. Por ejemplo, en Grafología observamos cómo escribes, firmas (e incluso cómo dibujas) para identificar aspectos de tu personalidad, como tu autoestima, tu nivel de tensión interna o tu forma de vincularte. ¡Tu subconsciente habla de ti a través de tus rasgos gráficos!
El efecto Forer: ¡cuidado con que todo te encaje!
El efecto Forer (también conocido como efecto Barnum) es la tendencia a creer que las descripciones genéricas y positivas se aplican específicamente a uno mismo. Esto puede llevar a las personas a identificar erróneamente su tipo de personalidad, ya que las descripciones suelen ser tan generales que conectan con muchos, lo que podría dificultar el autodescubrimiento genuino.
Por ejemplo, si te identificas con “soy una persona que a veces duda de sí misma pero también tiene mucha fuerza interior”, puede parecerte que cualquier tipo te encaja.
Para evitarlo:
- Busca descripciones con matices, no generalidades.
- Observa tus reacciones reales, no lo que te gustaría ser.
- Ten paciencia: el proceso lleva tiempo.
Familia, cultura y trauma: el entorno también influye
Tu personalidad no se forma en el vacío. La forma en que te criaron, los valores de tu familia, los traumas que viviste y hasta el sistema educativo o cultural en el que creciste pueden moldear cómo te ves a ti mismo.
Tus padres, hermanos, profes… todos tienen su propio tipo. Y muchas veces, sin darnos cuenta, nos adaptamos a ellos o nos rebelamos desde una necesidad profunda de pertenencia o protección.
Si bien la influencia de nuestro entorno puede moldear el desarrollo de las funciones cognitivas inherentes (p. ej., un niño con predisposición a Ti desarrolla más Te si sus padres son Te dominantes), no determinan el tipo de personalidad esencial. El Eneagrama, en particular, muestra fuertes vínculos con las dinámicas relacionales de la infancia con las figuras parentales.
En MBTI se habla de “loops” (cuando te quedas atrapado en tu función cognitiva secundaria sin integrar la principal) o “grips” (cuando bajo estrés te comportas como tu tipo opuesto).
En Eneagrama, los niveles de desarrollo muestran cómo un mismo tipo puede actuar de formas muy distintas según su nivel de conciencia (saludable, regular, no saludable).
Los grips y loops del MBTI se consideran respuestas lógicas al estrés o al trauma, causando desequilibrios funcionales (por ejemplo, hiperconcentración en funciones extrovertidas o introvertidas). El trauma no altera el tipo de personalidad esencial de una persona, pero puede conducir a una “personalidad sombra” o a un desarrollo estructurado dentro de patrones preexistentes.
Eneagrama: instintos, subtipos y pistas rápidas para orientarte
Los instintos dominantes (sexual, social, conservación) son filtros a través de los que experimentas la vida. Detectar el tuyo puede ayudarte a entender qué necesitas para sentirte segura y en conexión.
La autoconservación (instinto de conservación) se centra en la supervivencia, los recursos y la comodidad (puede manifestarse como obsesión por las finanzas, la salud o la disciplina). El instinto sexual o transmisor (uno a uno) busca una conexión intensa, pasión y polaridades (amor/odio, obsesión/rechazo). Y el instinto social navegador enfatiza la conexión, la dinámica de grupo y la conciencia del lugar de uno dentro de una comunidad.
Tips útiles para descubrirte:
- Si te identificas con todos los subtipos de un mismo instinto (por ejemplo, los tres conservación), probablemente ese sea tu dominante.
- Si resuenas con todos los subtipos de un mismo número, podría ser una pista de que ese es tu eneatipo, pero no es concluyente. Observa tu motivación más profunda.
¿Y las tríadas? El Eneagrama se divide en tres centros:
- Instintiva (8, 9, 1): reacción visceral.
- Emocional (2, 3, 4): enfoque relacional.
- Mental (5, 6, 7): búsqueda de seguridad o información.
Fíjate en dónde sientes que reaccionas más desde el automático. Esa es una pista poderosa.
Claves para conocerte, aunque aún no sepas tu tipo
¿Y si no sabes cuál es tu tipo? Está bien. No hay prisa.
Empieza observando tu vida cotidiana:
- ¿Dónde se va tu energía cuando estás cansada?
- ¿Cómo sueles reaccionar al conflicto?
- ¿Te conecta más planificar o improvisar?
En MBTI, observa las funciones cognitivas en acción: intuición, análisis, empatía, organización. Y en Eneagrama, identifica qué herida o necesidad está en el fondo de tus decisiones.
Cuando encuentres tu tipo correcto, algo hace clic. No se siente ideal, se siente verdadero. No es una versión perfecta de ti, sino una que reconoce tanto tu luz como tu sombra.
Y si quieres profundizar…
Tanto el MBTI como el Eneagrama son grandes aliados para tu proceso de autoconocimiento, y contar como profesionales como Susana, puede ayudar a tipificarte mejor.
Pero tambien hay más caminos.
En mis sesiones de Grafología, por ejemplo, observo tu escritura para ayudarte a detectar patrones internos, bloqueos, fortalezas dormidas o necesidades emocionales que quizá ni tú misma habías notado. Es un espejo más, complementario, y profundamente revelador.
¿Te gustaría empezar a conocerte con más confianza y calma?
Te invito a descubrir mi Kit de Autoconfianza, un recurso completo para reconectar contigo, aprender a observarte sin juicio y fortalecer tu autoestima desde el cuidado y la claridad.
Incluye meditaciones, ejercicios de PNL y un workbook creado con mucho mimo para acompañarte paso a paso ✨
Haz clic aquí para conocer el Kit de Autoconfianza.
¡Gracias por leerme! Que tengas buen dia, un abrazo,
Ainoa
Aihop Coaching te informa que los datos de carácter personal que me proporciones rellenando este formulario serán tratados por Ainoa Espejo Álvarez como responsable de esta web.
La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales que te solicito es para gestionar los comentarios que realizas en este blog.
Legitimación: Consentimiento del interesado.El hecho de que no introduzcas los datos de carácter personal que aparecen en el formulario como obligatorios podrá tener como consecuencia que no atender pueda tu solicitud.
Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en mi página web: https://aihopcoaching.com, así como consultar mi política de privacidad.