Grafología

¡Ojo! Este artículo es la continuación de este otro. Y además puedes leer este en el que te cuento qué es y qué analiza la grafología.

[Para hacer el estudio que te propongo hoy, necesitarás: El escrito que te animé a hacer en el anterior artículo, una funda de plástico transparente donde meterlo; un rotulador permanente y una regla de medir]

Antes de nada, tenemos que tener claros unos conceptos básicos de Grafología, para entender cómo estudiar nuestra letra.

En el artículo de hoy vamos a ver el Simbolismo del Espacio Gráfico.

Simbolismo del Espacio Gráfico en Grafología

Cuando escribimos, estamos proyectando nuestro mundo interior, del mismo modo que hacemos con nuestro cuerpo al expresarnos.  Así, estudiamos el espacio que ocupamos en el papel, de una forma parecida al espacio vital.

Al escribir estamos proyectando, sacando fuera emociones inconscientes, que reflejan cómo es nuestra relación con el mundo. 

Por así decirlo, nuestra escritura va llenando la página de una forma similar a cómo nos movemos por la vida.

Para la Grafología, el papel representa el espacio vital, y los gestos gráficos (la escritura, firma, dibujos, garabatos,…) representan a la persona. Así, el estudio de los espacios que deja y que ocupa la letra sobre el papel, nos ayudará a entender cómo vive la persona sus propios impulsos y necesidades, en relación con los demás y con el ambiente que le rodea.

Cuando se nos da una hoja en blanco para escribir, debemos amoldarnos al espacio disponible y a las convenciones sociales.  

Seguro que recuerdas cuando eras pequeño y te enseñaron a escribir, cómo te insistían en adaptarte a esas reglas y normas (igual que en la vida). Tenías que respetar los márgenes, las proporciones, los espacios, los signos de puntuación, etcétera.  

Y sin embargo, aunque le des a dos personas el mismo tipo de papel, si comparas sus escrituras, verás que cada uno utiliza de forma totalmente distinta el folio. Cada persona deja unos espacios particulares e irrepetibles en su escritura, que son totalmente inconscientes y responden a sus patrones cerebrales.  

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¡Sí, quiero!

¡Compruébalo!

[Utiliza la regla para medir, por ejemplo, la distancia que hay entre las palabras de tu escrito

¡Ya verás como te sorprendes con el resultado!

Verás que siempre dejas el mismo espacio entre letras, o que al menos hay un patrón que se repite de forma bastante clara.

Compruébalo también midiendo el espacio blanco entre los renglones.]

Así, cada cual empleamos la hoja con mayor o menor libertad, según cómo nos sintamos con nuestro mundo interior. Los miedos, inseguridades, emociones y conflictos inconscientes quedan reflejados en nuestra letra y en el papel.

Orígenes

Para entender mejor este tema, debemos remontarnos a los años 40, cuando el famoso grafólogo y psicólogo suizo Max Pulver (utilizando arquetipos ancestrales, simbologías y basándose en la Teoría Psicoanalítica de Freud), lanzó su idea sobre el Simbolismo Gráfico del espacio, analizando lo que representa cada zona del papel.

Según Pulver, podemos dividir la hoja en cuatro zonas, utilizando dos ejes.

[Coge el rotulador y la regla. Traza con ellos sobre la funda de plástico una línea vertical discontinua, que divida a la mitad el folder. Después haz otra línea horizontal a la mitad. Ha de quedar algo parecido a la foto. Ahora puedes meter dentro de la funda tu escrito, para ver como se dividen las zonas de éste, sin estropearlo. Tenlo a mano, ¡seguiremos trabajando con él más adelante!]

Centro- Arriba- Abajo

El punto central en el que se cruzan los ejes, representa el yo, el individuo y la realidad presente. Parte de la Teoría del Aparato Psíquico de Freud, donde se situaría el “YO”.

La zona superior del papel (del eje horizontal para arriba) simboliza lo consciente, la mente, la imaginación, las ideas, los valores, las normas, la moralidad, la ética, lo místico, lo espiritual. Representa el “SUPERYO” de Freud.

Y la zona inferior (del eje horizontal para abajo) sería proyectiva de lo inconsciente, lo instintivo, los impulsos, las necesidades básicas, la motricidad, lo material, lo práctico, lo básico,… Para Freud sería el “ELLO”.

Este simbolismo de las zonas o cuadrantes aplica no sólo al papel, sino también a la escritura, e incluso a cada letra en concreto. ¡Lo veremos en el próximo artículo!

Ejemplos

Esto así dicho puede sonar un poco raro, pero verás que en parte tiene una simbología bastante sencilla.

Por ejemplo, si vas a embarcarte en un proyecto ambicioso, es probable que algún ser querido te diga el refrán: “mantén la mirada en el cielo y los pies en la tierra”.

Esto significa que dejes volar las ideas (“cuadrante superior”) pero sin perder tu visión práctica, económica y material (“cuadrante inferior”). Aquí es lo mismo, pero llevado al papel.

O por ejemplo, imagina a alguien rezando o suplicando algo. Estará mirando al cielo, ya que es donde se sitúa Dios según la creencia más extendida, en la tradición judeo-cristina.

Si piensas ahora en alguien tímido o introvertido, lo verás mirando “hacia dentro”, hacia su centro, su ombligo.

Y cuando estás triste o desanimado, tiendes a mirar hacia abajo de forma natural e inconsciente

Al final todo está relacionado y los refranes populares recogen mucha sabiduría: “No te creas el ombligo del mundo, el centro del universo“.

¿Ves que en Grafología el cuadrante donde centramos el “yo” es en el central? Curioso, ¿verdad?

Izquierda- Derecha

Fijémonos ahora en el eje vertical que hemos trazado. El lado izquierdo del papel representa el pasado, los orígenes, lo seguro, la introversión, la indecisión, la reflexión y también la madre y  la familia. Según la teoría de Freud, sería el “YO inmaduro”. Los aspectos regresivos que no fueron desprendidos del seno materno.

La zona derecha sería el futuro, el porvenir, los demás, la sociabilidad, la extroversión, la comunicación y también el padre. Para Freud, el “YO maduro”, desprendido de la madre, que logró crecer y evolucionar.

Ejemplos

Piensa en cómo representamos la línea temporal. A la izquierda suele ir el Pasado, en el centro el Ahora y el Futuro lo colocamos hacia la derecha…

Imagina, por ejemplo, cómo caminaría alguien muy miedoso, introvertido e inseguro. Y ahora piensa cómo irá por la vida una persona decidida, con energía y con ganas de “comerse el mundo”.

Recuerda que el papel representa el mundo que nos rodea; y nuestra escritura simboliza cómo nos movemos, cómo nos comportamos y nos desenvolvemos en él.

Seguramente te habrás imaginado a la persona decidida algo echado hacia adelante, con el pecho adelantado, caminando con energía y sin titubear.

Y es probable que vieras a la persona indecisa algo inclinada, con el cuerpo hacia atrás, como si le costara avanzar, caminando más despacio y dubitativo, parando para pensar y re-evaluar cada paso que da. Más “blandito”, con menos energía y empuje que el otro.

¿Lo ves? Pues algo parecido pasa con la forma de escribir….

Lo iremos descubriendo en los próximos artículos, en los que comprenderás cómo se aplica concretamente esto del simbolismo del espacio a tu letra y muchas más curiosidades grafológicas  🙂

Espero que te haya gustado y servido el artículo. ¡No te pierdas el siguiente de la saga!

Si deseas tener tu propio análisis grafológico, ahí puedes consultar toda la información necesaria.

Te agradezco mucho que compartas este artículo.

Que tengas un feliz día,

Ainoa