Los 7 Enanitos y el Coaching (VÍDEO)

En verdad tu proceso de desarrollo personal comienza mucho antes de que descuelgues el teléfono o escribas el email para solicitar información…

La primera fase sería “MUDITO”. Cuando estás “inocentemente” sumido en tu momento de inflexión.

Cuando aún no sabes exactamente qué te pasa y te cuesta encontrar las palabras adecuadas para expresarlo.

Todavía no sabes que tus emociones son tesoros, y que te dan una información valiosísima.

Una vez que acudes al encuentro con tu coach, puedes parecerte a “TÍMIDO” por tener que contarle a un extraño tus intimidades…

¡Qué vergüenza da al principio!

Pero poco a poco, te irás soltando y ganarás confianza con el profesional. Sobre todo si tu coach logra hacerte sentir cómodo y respetado desde el principio.

Así, gracias a tu valentía, vas descubriendo cosas que ni sabías que sentías. Te vas conociendo a ti mismo, vas profundizando cada vez más, ¡es un viaje apasionante!

Empiezas a ver tus problemas y dificultades desde un punto de vista nuevo, más objetivo y neutro, que te ayuda a tomar mejores decisiones y actuar de forma inteligente, para resolverlos y avanzar el doble de rápido que cuando ibas solo.

Entonces, según va avanzando tu proceso de coaching, es muy probable que a ratos te pongas en modo “GRUÑÓN”.

Porque descubres cosas que no te gustan del todo. Te das cuenta de tus errores, de que podrías haber hecho mejor algunas cosas.

Descubres tus propias contradicciones.

Empiezas a comprender a los demás, a empatizar con ellos y a “bajarte del burro”. Y claro, eso le escuece a tu Ego,que  no quiere reconocer que a veces se equivoca.

Tu Ego se irrita porque le confrontan y te resistes a enfrentarte a tus propios sentimientos.

Además, puedes llegar a sentirte “removido” internamente.  Vas saliendo de su zona de confort y puede que estés un poco inseguro…

Y por ello, es muy probable que surja “DORMILÓN”, que simboliza la pereza que te entra cuando vas a realizar las tareas o ejercicios que te ha sugerido tu coach, para que sigas avanzando entre sesión y sesión.

¡Y es que en Coaching se curra bastante! Nadie te da nada hecho, porque eres tú quien tiene que hacer tu propio camino.

Y “Dormilón” no es más que las barreras de protección inconsciente que a veces pones. Los mecanismos de defensa, la oposición al cambio. Los auto-saboteadores internos que tratan de mantenerte quietecito en tu zona de confort, donde todo está controlado y es “seguro”.

A veces incluso aparece “MOCOSO”, quien simboliza los obstáculos que te puedes encontrar (o incluso buscar inconscientemente) en tu viaje de introspección.

Las emociones mal gestionadas suelen salir en forma de enfermedades más o menos graves.

Mocoso representa también esa reticencia al cambio, el cansancio y el resto de dificultades que pueden ir surgiendo a o largo del camino.

Pero poco a poco, gracias al Coaching, a tu esfuerzo, tu confianza y valentía, te irás haciendo mucho más “SABIO” a lo largo de todo tu proceso de desarrollo personal.

Estarás más conectado contigo mismo, con tus valores y emociones.

Por fin habrás comprendido que éstas son valiosos tesoros.

No sólo ya no las temerás, sino que sabrás sacarles todo su potencial y las pondrás a trabajar a tu favor.

Serás capaz de comprenderte mucho mejor, de seguir conociéndote, ser más tolerante contigo mismo (y seguramente con los demás también).

Y por si fuera poco, habrás aprendido un puñado de buenas herramientas con las que solucionar de manera más efectiva tus problemas presentes y futuros.

¿Y qué conseguirás en definitiva con todo esto?

Pues sin duda,  ser mucho más “FELIZ”, que es a lo que todos aspiramos en el fondo 🙂

Y para ello, es imprescindible que todos y cada uno de esos “enanitos” que te vayan surgiendo, confíen plenamente en el saber hacer y la profesionalidad de tu coach. Quien estará a tu lado en cada momento del proceso, ayudándote a sacar lo mejor de ti mismo.

Por lo que es importantísimo que, antes de empezar este apasionante viaje, puedas conocer a tu coach y comprobar que te sientes 100% a gusto con ella o él, que te hace sentir comprendido y respetado.

(Pero antes de eso, te recomiendo que le investigues y veas qué preparación y experiencia tiene, que te inspire total confianza y credibilidad)

Aquí te dejo un vídeo con consejos para que sepas qué debes tener en cuenta antes de elegir al tuyo: