Grafología

[Atención, este post es la 3º parte de la saga de artículos sobre Grafología. Para comprenderlo bien, te recomiendo que hayas leído antes los dos primeros]

Como te conté en el anterior artículo, debemos estudiar el simbolismo que tiene el espacio del papel, para poder entender mejor nuestra personalidad a través de la letra.

Este estudio lo realizamos en cuanto al espacio que ocupa todo el escrito sobre la página. Pero también en cuanto a los renglones, las palabras y a cada una de letras en concreto.

Así que los grafólogos estudiamos TODO:  El espacio que ocupamos al escribir, de qué manera lo hacemos. Los espacios en blanco que se producen, en qué zonas se hayan, etc.

Recuerda las zonas del espacio y lo que simboliza cada una:

Esta misma pauta la usaremos para analizar todas las áreas del escrito. Párrafos, líneas, palabras, letras, firma, dibujos, etc.

LETRAS

Por ejemplo, puedes ver en la letra f minúscula como las propias letras también siguen el esquema del simbolismo gráfico del espacio.

El cuerpo central es la zona media de las letras. Simboliza el “yo” y el presente.

La cresta o hampa es la parte superior de algunas letras (b, d, f, h, l, t). Es lo que sobresale hacia arriba desde el cuerpo central. Representaría lo ideal, la imaginación, el misticismo del autor, etc.

El pie o jamba es la parte inferior de algunas letras (f, g, j, p, q, y). Es el saliente inferior a partir del cuerpo central. Simboliza lo material, los instintos, la sexualidad, lo inconsciente,…

Algunas personas realizan la z minúscula con pie (escritura caligráfica). La letra f minúscula es la única letra que tiene pie y cresta. Y en función de cómo se trace la letra, veremos ciertos aspectos sobre la personalidad de su autor.

CONSCIENTE – INCONSCIENTE

En la cultura occidental empezamos a escribir por la izquierda y avanzamos hacia la derecha. Lo interpretamos como un avance simbólico en el papel desde los orígenes, la madre, el pasado… hacia el futuro, los demás, lo desconocido.

Según la “Ley Profunda” de la Grafología, en la escritura, los trazos iniciales (conscientes) son trazos formadores. Y los trazos finales son elementos (inconscientes) deformadores, más libres y menos calculados.

Cuando empezamos una carta o un escrito, intentamos causar la mejor impresión posible, que nuestra letra se aclara y legible. Lo mismo que nos pasa al conocer a los demás. Al principio tratamos de mostrar nuestra mejor imagen, controlamos conscientemente lo que decimos y cómo nos comportamos. Para que los demás se lleven una buena impresión de nosotros. Y según pasa el tiempo, tomamos confianza, nos relajamos y vamos mostrándonos de forma más natural, tal y como somos.

Vemos como al principio estamos mostrando de forma consciente nuestro “yo ideal”. Sin embargo, al final (de modo inconsciente) dejaremos ver nuestro “yo real”, tanto en la vida diaria, como en el papel.

Entonces la zona izquierda  siempre es más consciente que la zona derecha. Dado que al empezar a escribir ponemos más atención en cómo estamos escribiendo, que al terminar la carta, el párrafo, la frase, o la palabra.

Esto se mantiene durante todo el papel. Ya que cada vez que terminamos una línea y desplazamos la mano hacia la izquierda para comenzar a escribir un nuevo renglón, damos “lucidez” o consciencia a nuestro cerebro durante unas décimas de segundo.

Lo mismo sucede con la parte superior de la carta, que es mucho más consciente que la zona inferior. Cuando ya hemos bajado la guardia, estamos más pendiente de lo que escribimos, que del cómo lo escribimos. 

De este modo, vemos que el cuadrante más consciente es el superior-izquierdo. Mientras que el cuadrante más inconsciente es el de la zona inferior-derecha.

Puedes meter la carta (que hiciste con las instrucciones del primer artículo) en  la funda de plástico sobre la que trazaste los cuadrantes (con las instrucciones del segundo artículo). Si observas con atención, verás cómo cambia ligeramente tu letra a lo largo del escrito.

TEXTO – FIRMA

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el texto de la carta refleja el “yo social” (la imagen que damos a los demás, en el ámbito social y laboral).

Sin embargo, vemos mejor en la firma el “yo personal”, íntimo. (Cómo nos sentimos realmente por dentro con nosotros mismos. Y cómo nos comportamos con las personas que forman parte de nuestra esfera más cercana, más personal).

Por eso es tan importante para los grafólogos analizar a fondo la/s  firma/s del autor. Entre otras muchas cosas, analizamos en qué posición la sitúa. Y vemos qué diferencias existen entre la firma y el texto que ha escrito.

¡No te pierdas los siguientes artículos para descubrir cómo analizar tu letra y tu firma! Podrás conocerte a fondo y enfocarte en tu desarrollo personal.

Espero que te haya gustado el artículo.

¡Puedes compartirlo con quien desees!

Si deseas tener cuanto antes tu propio análisis grafológico, ahí puedes consultar toda la información necesaria.

Que tengas un feliz día 🙂

Ainoa