Aquí el orden de los factores sí altera el producto
¿No te parece que en esta sociedad vivimos obsesionados con demostrar lo que valemos y lo bien que nos va todo?
Las redes sociales están inundadas de fotos fardando, presumiendo de las experiencias.
(Y eso que ahora la movilidad está bastante restringida)
Todo por los likes.
Todo por aparentar lo bien que nos va, lo felices que somos, lo exitosa que es nuestra vida.
¡Me da una pereza que ni te lo imaginas!
“Tanto tienes, tanto vales”
¿¡Pero quién nos ha engañado!?
Pues no. Tu valor personal no tiene nada que ver con las cosas que tienes. Ni con los títulos académicos, los años de experiencia laboral o las cifras de tu cuenta bancaria. No depende de lo buena/o que estés, de la cantidad de idiomas que hables, de los viajes que haces ni de los éxitos que logras.
Lo importante es tu SER.
Quién eres realmente.
Y es que cuidamos tanto la imagen que proyectamos, que olvidamos cultivar lo verdaderamente importante, que es nuestro interior.
Vivimos al revés.
SER, HACER, TENER.
Así debería ser la prioridad.
Porque el bienestar real ha de venir de dentro.
Lo demás sólo es un complemento agradable.
Si tú también quieres descubrir quién eres y mejorarte por dentro para necesitar cada vez menos cosas y que te importe menos lo que opinen los demás, te espero aquí.
¡Disfruta el día!
Pero disfruta de verdad, aunque nadie lo vea en su pantalla.
Un abrazo,
Ainoa