Consejos para mantener una relación de pareja a distancia (2)

Cuando se acercan las vacaciones de verano o Navidad, muchas parejas deciden tomarse unos días de relax por separado. Y muchas otras se tienen que alejar por temas de trabajo, familia, etc.

Aunque realmente, la mayoría de estos tips valen para cualquier relación amorosa. Tanto si es a distancia, como presencial. Así que aquí van ocho consejos más:

7º) Pensad y sed sinceros

La distancia pone a prueba la unión de la pareja. Por eso es importante plantearse una serie de cuestiones:

Antes de nada, debéis tener muy claro QUÉ BUSCÁIS cada uno/a con esta relación.

Qué necesitáis, qué deseáis satisfacer, qué esperáis. Lo aconsejable es que lo habléis cuanto antes y pongáis en común vuestros puntos de vista.

Después, piensa si es posible que esta relación que estáis construyendo entre ambos, satisfaga las NECESIDADES y OBJETIVOS de cada uno (a corto, medio y largo plazo).

Y para eso, debes tener en cuenta varias cuestiones:

• ¿Cuánto tiempo vais a estar separados?
• ¿Qué pasará después?
• ¿Estáis ambos dispuestos a poner de vuestra parte, mientras dure la distancia?
• ¿Y una vez juntos?

A veces, cuando las relaciones no terminan de funcionar, creemos que haciendo un cambio importante, las cosas mejorarán (irse a otra ciudad o país, el comprarse una casa, tener hijos, casarse, comprarse un coche a medias…)

Pero la realidad es que estas acciones no suelen ser más que parches temporales. Y a menudo provocan más tensiones o problemas, si la base de la relación no está sana y estable.

8º) Sed respetuosos

El tiempo es el recurso más valioso que tenemos, porque es lo único en esta vida que no podremos recuperar.

Así que valóralo (el tuyo y el de tu pareja).

Date cuenta de que, si en verdad no estáis a gusto el uno con el otro, más vale dejar de perder el tiempo con sufrimientos y frustraciones innecesarias.

¡Cuanto antes, mejor!

En caso de querer seguir juntos, compartid tiempo de calidad para construir y afianzar la relación.

9º) Comunicáos de forma sana

Tened en cuenta que la comunicación va a ser ahora lo que os mantenga unidos.

Debéis hablar a menudo para mantener vivo ese nexo.

¡Pero sin pasarse! Dejando espacio a ambos, en una conversación natural, con libertad y respeto.

Lo ideal es que ambos habléis en su punto justo y la misma cantidad de tiempo. Sin que ninguno monopolice la conversación y mostrando interés real en lo que el otro cuenta.

También es conveniente acordar un intervalo de horas del día para llamaros, cuando a ambos os venga bien (sobre todo si hay diferencia horaria). Así podréis organizaros y seguir haciendo vuestra vida, pero incluyendo al otro.

Aprovechad las nuevas tecnologías, que os lo ponen fácil ¡pero evitad estar todo el día enganchados a whatsapp o skype!

10º) Respetad vuestros acuerdos

¿Habéis establecido en vuestra relación la lealtad y la fidelidad como bases fundamentales? 

Entonces manteneos comprometidos con esas reglas (que habéis puesto juntos) y respetadlas.

Este acuerdo ayuda a que confiéis el uno en el otro. A que estéis tranquilos, sabiendo que sólo queréis estar el uno con el otro y con nadie más.

Eso aporta seguridad y estabilidad.

¡Aunque, por supuesto, siempre tenéis derecho a cambiar de opinión! Si en un momento dado os dais cuenta de que ya no queréis ésto, mejor habladlo cuanto antes.

Para eso, os animo a que construyáis un ambiente de confianza, de tolerancia y de libertad. Para que ambos os sintáis libres de poder hablar de vuestros sentimientos y de los cambios que queráis que se produzcan. Desde la madurez y sabiendo que, a la larga, os beneficiará a ambos.

11º) Equilibrio en la relación

Este punto es importantísimo ¡de hecho, diría que de los que más!

Para que funcione bien cualquier relación, es fundamental que esté equilibrada. Que ambas partes sientan que dan y reciben en la misma proporción. Que ambos ganen, crezcan y avancen.

A menudo uno de los dos siente que siempre es él/ella quien aporta más; quien cede o sacrifica sus propias necesidades.

Esto genera una sensación de injusticia que se va acumulando. Al final surgen los enfados, desgastes, tensiones o reproches.

Si encima la persona que siente ésto, no es capaz de expresar su disgusto con asertividad en el momento adecuado, muy probablemente termine explotando cuando ya no pueda más. Así que puede desembocar en un problema grave dentro de la pareja.

Por eso es muy importante escuchar con atención y empatía las quejas de nuestra pareja. Ser humilde y reconocer la parte de responsabilidad que puedas tener. Y hablar tranquilamente sobre el conflicto, buscando llegar a un punto intermedio, en el que ambos ganen y aporten por igual.

12º) Responsabilízate de tu parte

Date cuenta de que tú y solo tú eres responsable de tus sentimientos. De tu equilibrio y tu estabilidad interna.

No puedes controlar lo que tu pareja diga o haga. Pero sí puedes controlar cómo te hace sentir.

Si te sientes sola, enfadada, frágil o insegura (aunque los demás tengan mucho que ver con ello), es tu responsabilidad. Has de trabajarte bien por dentro, para estar fuerte y manejar esos sentimientos.

Cuanto más te quieras, más a gusto estarás contigo misma.

Cuanto más fuerte y estable, menos te costará sobrellevar la distancia y lo que se os ponga por delante.

Cuanto más te trabajes por dentro, más madura y sosegada serás (y vivirás). Comprenderás mejor las cosas y dejarás de reaccionar a todo lo que te pase, como una mona loca.

En cambio… Si ves los cambios como una amenaza… Si tienes la necesidad imperiosa de controlarlo todo… Si desconfías hasta de tu sombra… Si tienes terror a sufrir… Si te sientes pequeñita y sin recursos para afrontar los reveses de la vida… ten por seguro que vas a sufrir un montón (si no lo estás haciendo ya)

¡Pero tranquila! Ya te digo que todo ésto lo conseguirás si lo trabajas. ¡Te lo aseguro!