Cómo generar “hygge”, el secreto de la felicidad

Según numerosos estudios como el “Reporte Mundial de Felicidad” patrocinado por la ONU, Dinamarca es el país con las personas más felices del mundo.

Y todo gracias a su manera de entender la vida, y a su capacidad para crear situaciones especiales en cada momento cotidiano.

¿Qué es “hygge“?

“Hygge” es el concepto que engloba cómo entienden ellos la felicidad. No tiene traducción al español, pero aglutina muchas ideas.

Para los daneses, la auténtica felicidad se fundamenta en el bienestar personal, en la comodidad y la tranquilidad.

Tiene mucho que ver con compartir momentos con los seres queridos y disfrutar del hogar. Con integrar la naturaleza en nuestro día a día y vivir más conectados los unos con los otros, de forma real (más conversaciones tú a tú y menos  pantallas).

Para ellos, la felicidad no se encuentra en las posesiones materiales, la riqueza económica ni el status social.

Se trata más bien de buscar la felicidad en las pequeñas cosas, en los detalles que marcan la diferencia.

Según Marie Tourell Søderberg, autora del libro “Hygge, la receta de la felicidad”; al tratarse de una cuestión tan personal, la manera de practicarlo varía según la persona.

Y para Meik Wiking (autor del bestseller “Hygge. La felicidad de las pequeñas cosas”), practicar el hygge es sencillo, barato y lo puedes aplicar a cualquier aspecto de tu vida cotidiana.

Así pues, se trata de un estilo de vida, casi una filosofía.

¿Cómo crear espacios hygge?

Este concepto de felicidad propone que vayamos más despacio por la vida, poniendo atención y mimo en cada cosa que hacemos. Sintiendo las experiencias, cuidando los detalles y buscando lo especial en lo cotidiano.

Tiene mucho que ver con sentirse cómodo en casa, pasar un rato agradable con los amigos, volvernos un poco más intimistas, estar más “hacia adentro”. Así que vamos a ver algunas ideas para tener una vida más “hyggelig”:

• Crea espacios íntimos, donde puedas sentirte seguro y a gusto. Cuida que esté todo cómodo y bien ordenado. Si necesitas ayuda, puedes emplear el método Konmari para lograr un orden perfecto en cada estancia.

• Utiliza una iluminación suave en casa, de tonalidades cálidas. Enciende unas cuantas velas aromáticas y disfruta de este ambiente acogedor y relajante. Si te gusta su olor, enciende una varilla de incienso.

• Cuida especialmente la decoración de tus espacios. A ser posible, que sea en tonos neutros, nada estridentes ni chillones. Busca el equilibrio y la suavidad. Colores grises, azulados, tierra, tonalidades pastel y empolvadas (como ves, el diseño de mi web es muy hygge)

• Introduce elementos naturales en la decoración de tu casa y oficina. Ramitas, elementos de madera, flores, hojas, piñas secas,…

• Cuida mucho los materiales de los elementos que forman parte de tu vida. Es importante que aporten esa sensación amorosa y acogedora. Como ves, estamos tratando de disfrutar con todos nuestros sentidos. Así que no es lo mismo tocar algo de acero, plástico o vidrio… que madera o porcelana calentita.

• También es importante los materiales texiles (en decoración y en tu ropa). Trata que sean algodones naturales, lanas, lino, prendas de punto,… Y si encima pueden ser ecológicas y hechas a mano, ¡ya te llevas el premio gordo!

• Incorpora elementos vintage que evoquen cierta nostalgia y valor sentimental.

¿Cómo aplicarlo en tu día a día?

Pero como hemos dicho, no se trata sólo de tener tu “madriguera” bien acondicionada, sino sobre todo de CREAR momentos y situaciones especiales. Así que ahí van unas cuantas ideas, que a mi personalmente me parecen planazos:

• Tómate una bebida calentita en el sofá, arropado con una manta agradable, mientras ves tu serie favorita acurrucado entre los cojines.

• No pongas la tele demasiado alta, es importante mantener siempre un volumen agradable (y lo mismo en tus conversaciones… gritar no es nada hygge)

• Date un paseo por el parque. Observa los árboles, las flores. Si puedes, descálzate y siente el contacto del césped en tus pies, abraza un árbol (mejor cuando nadie te vea, jeje). Siéntate en una terraza al sol, a tomarte un café calentito mientras observas tu alrededor.

• Invita a unos amigos a cenar a casa, a la luz de las velas. Dejad los móviles lejos y centraos en ESTAR, en disfrutar, en conectar realmente. Hablad, reíros, contaos intimidades. Comed y bebed cosas ricas y saludables. Jugad a un juego de mesa (de forma distendida, sin competiciones ni piques).

• Envuélvete en tu mantita con un libro y una taza de té. Si tienes chimenea, ya es la gozada máxima. O si no, puedes poner un vídeo de fireplace (tienes un montón en youtube), que aunque no caliente, aporta ese rollo que buscamos. Descansa, relájate y disfruta del sonido del fuego.

• Quédate en casa haciendo manualidades, cosiendo, haciendo punto o cocinando cosas ricas, mientras escuchas música relajante de fondo, o sonido de naturaleza.

• Acaricia a tu mascota, juega, conecta con ella. Mírarle a los ojos sintiendo amor y viendo realmente el ser vivo, el gran amigo que es.

• Si vas de viaje, disfruta despacito de cada detalle. No vayas corriendo a ver los monumentos de turno. Piérdete por las calles, camina, siente el sol calentando tu piel. Huele los olores del lugar. Observa los colores, los sonidos, la temperatura. Deléitate con la comida del lugar. Observa a sus ciudadanos, su estilo de vida, sus costumbres… Simplemente observa sin juzgar.

La felicidad es una actitud

Sin duda, creo que los daneses tienen toda la razón; la felicidad no se esconde tras esos grandes momentos que nos han enseñado a esperar (terminar los estudios, conseguir un empleo, casarse, tener hijos,…)

La felicidad consiste en disfrutar cada instante de nuestra existencia, creando lo extraordinario de lo cotidiano. Pero como has visto, lo importante es la ACTITUD que tu pongas, para estar presente en el aquí y ahora y poder disfrutar de ello con todos tus sentidos.