Piensa sensaciones, crea realidades

¿Alguna vez te ha pasado que estás viendo una peli, y de pronto llega una escena fuerte, en la que te sientes como si lo estuvieras viviendo tú de verdad?

Acabas llorando a moco tendido.

O muerto de miedo.

O con el corazón a punto de salírsete con tanta adrenalina.

(Según el género que sea)

Pues esto -a parte de por la empatía y las neuronas espejo- sucede porque nuestro cerebro no distingue entre imágenes reales e imágenes creadas.

¿Qué cosas, eh?

Tú estás tranquilamente en tu sofá atiborrándote de palomitas, pero tu mente se ha creído que estaba a punto de atacarte un enmascarado con motosierra.

¿Conclusión?

Que ahí, entre tus dos orejas, tienes una máquina bestial y ni te habías dado cuenta.

De hecho, tu cerebro es capaz de llevarte a donde quieras, sin necesidad de estímulos externos.

Pero la imaginación es un arma de doble filo.

Puede servirte para imaginar escenarios agradables… o terroríficos*

Por eso es tan importante darnos cuenta y ponerla a nuestro favor.

 

Visualización creativa con PNL

 

Y esto es lo que hacemos con la Programación Neurolingüística (PNL), que es una técnica muy chula para desbloquear tu inconsciente y ayudarte a conseguir más fácilmente lo que te propongas.

Hagamos un pequeño experimento:

Cierra un momento los ojos (cuando acabes de leer este párrafo, claro) y visualiza que tuvieras una rodaja de limón en tus manos.

Puedes ver su brillo, sientes cómo al apretarla chorrea su juguillo por tus manos y te escuecen las heridas.

No me extrañaría que te haya entrado una gotita en el ojo (siempre pasa, ¡cómo pica!).

Te lo acercas a la cara, sientes su olor cítrico.

Le das un mordisco y notas las diferentes texturas de su cáscara y de su pulpa.

Sientes cómo su zumo frío llena tu boca, cómo muerdes una pepita dura.

Aprecias la sensación intensa del ácido en tus dientes y en tu lengua,…

 

Seguramente ya se te ha llenado la boca de saliva.

Y aquí no hay ningún limón, señores.

Sólo hay unas palabras y un cerebro que las transforma en sensaciones vívidas.

Está todo en ese limbo imaginario al que se van nuestras cabezas cuando nos recreamos en experiencias (recordadas o inventadas).

¿Conoces la mítica frase de Walt Disney?

“Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”

¡Pues no podía tener más razón el muchacho! Y eso que en esa época no se sabía aún que el cerebro codifica -y recupera- la información a través de los sentidos (imágenes, sonidos y sensaciones)

Por eso te insisto siempre en que, si quieres lograr algo, te centres más en el avance que en el problema *

(Cuando nos regodeamos en lo que falla o puede salir mal, es una de esas ocasiones en las que la imaginación genera escenarios terroríficos)

Pero hoy voy más allá.

EJERCICIO PRÁCTICO

Hoy vengo a proponerte una sencilla visualización de PNL para ayudarte a salir de la situación no deseada en la que estés ahora.

Para que funcione bien, este ejercicio deberás repetirlo cada día, hasta que estés donde quieras estar.

Puede que tu meta sea estar a gusto contigo mismo, con tu cuerpo; haber superado una ruptura, lograr una buena relación con tu pareja o familia, haber aprobado una oposición, montar o estabilizar tu negocio, mudarte de país, convertirte en una persona más asertiva… ¡lo que sea en tu caso!

 

 

El tema es que te imagines en tu meta final, que lo visualices con todo lujo de detalles, con tus cinco sentidos. Que lo sientas tan intenso como si lo estuvieras viviendo ya. Paladéalo, recréate en esa imagen, en esas sensaciones.

Observa cómo estarás cuando lo hayas logrado.

Qué verás a tu alrededor.

Qué escucharás.

Cómo te sentirás.

Cómo estará tu cuerpo, tu expresión facial.

Qué pensarás de ti mismo, qué te dirás.

Qué te dirán quienes te rodean.

Y una vez lo tengas, pasas a visualizarte haciendo cada uno de los pasos de tu plan de acción, ejecutando con energía cada una de las cosas que te ayudarán a estar donde te has visto.

Imagínate levantándote pronto (por ejemplo), arreglándote, preparándote para enfrentarte a eso que tanto miedo te da,… y desarrollando cada uno de los pasos que te lleven a ese éxito que buscas.

Recuerda:

Las imágenes generan la energía emocional que te impulsa a la acción.

Cuanto más nítidas y completas las sientas (y más a menudo), más fácil se lo estarás poniendo a tu cerebro. Así sólo tendrá que ejecutar eso que ya ha creado, sin gastar más energía de la necesaria tomando decisiones, o luchando contra la pereza o las dudas del momento.

Con cariño,

Ainoa

 

 

PD1: Tómate un tiempo para hacer este ejercicio en calma, durante un ratito cada día, en silencio contigo mismo.

PD2: Esta visualización es la que hacen grandes deportistas de élite como Michael Phelps o Rafael Nadal.

PD3: Sin acción no hay transformación. Así que no sólo vale con visualizar, tienes que mover ese culito serrano 😉

PD3: Si quieres hacer este tipo de ejercicios y mucho más, aquí te espero

 

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