Creías estar intentando mejorar tu vida, pero tras leer mi anterior artículo (sarcástico y un poco c4broncete) te has dado cuenta de que te pones la zancadilla bastantes veces…

Quizás al acabar de leerlo te has sentido revuelto/a y enfadado contigo mismo, no entiendes por qué te haces daño.

Pero ¿y si no fuera tan malo (ni tan raro) esto del boicot propio?

Veámoslo.

¿Por qué nos autosaboteamos?:

Vale que es un poco contradictorio.

Se supone que quieres mejorar, pero al final te haces jugarretas inconscientes que te alejan de esa vida soñada. Te propones objetivos, lo intentas, te esfuerzas (o eso te dices) y al final, por H o por B, la cosa se acaba torciendo misteriosamente.

¿Y si te dijera que el autosabotaje puede ser una estrategia subconsciente para protegerte del dolor, el fracaso o la vulnerabilidad?

Aunque pueda parecer paradójico, tus comportamientos autodestructivos a menudo tienen una intención positiva en el fondo. Aquí hay algunas posibles razones por las cuales nos autosaboteamos.

Razones por las que tu inconsciente te protege:

• Contra el fracaso: para evitarte el dolor y la decepción que podrías experimentar si lo intentas, pero la cosa no sale como esperabas. Además, al boicotear tus propios esfuerzos, evitas enfrentar el rechazo o la crítica. Así nadie podrá decir ni pensar nada malo (ni bueno) de tus resultados.  “Muerto el perro, se acabó la rabia”, dice el refrán.

• Mantenerte en tu zona de confort (qué poco me gusta esta expresión, deberíamos llamarle mejor la “zona conocida”): El caso es que el autosabotaje es una forma de mantenerte en esta área de lo que ya controlas (incluso aunque no sea ni confortable ni agradable, pero al menos ya sabes lo que hay, te es familiar). De este modo, evitas el miedo, la incomodidad y la incertidumbre que te provocan el cambio y el crecimiento personal.

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• Mantener tu autoimagen y autenticidad: Quizás te boicotees como forma de mantener una cierta imagen de ti mismo, o de mantenerte fiel a tus creencias y valores. Así dicho suena muy bonito, pero no tiene por que ser tan guay. Por ejemplo, si te ves como alguien poco digno o merecedor del éxito, puede que pisotees tus oportunidades para mantener coherente esa auto-imagen (de mi3rda, pero congruente).

• Necesidad de pertenencia y aceptación: También pudiera ser que el autosabotaje esté tratando de proteger tu bienestar social. Si tienes miedo de que el éxito genere envidias a tu alrededor, o te haga perder el apoyo o la aceptación de los demás, seguramente acabes obstruyendo tus oportunidades, para evitar el riesgo de perder tu conexión con los otros.

• Evitar hacer cosas que realmente no quieres: Al entorpecer situaciones o relaciones que no resuenan con tus valores más profundos, afirmas tu autonomía y te niegas a comprometer lo que realmente importa para ti. Quizás sería mejor ser asertivo y poner límites claros, decir directamente que no quieres hacer eso que se te ha pedido (o que se espera de ti)… pero no siempre es fácil, lo sé.

• Economizar esfuerzos: A veces el autosabotaje viene en forma de excusas, de autoconvencimiento (como cuando pretendías ir al gimnasio, pero al final te has acabado diciendo que mejor no, que estás cansado). El caso es que al final te has librado de tener que incomodarte o esforzarte.

• Miedo al éxito: A menudo tenemos más miedo a brillar que a quedarnos en la mediocridad (ésta al menos sabemos cómo funciona, y nos mantiene a salvo -nadie nos señala ni envidia por ser un gris- ). Y es que el éxito da yuyu y pesa mucho. ¡Que una vez conseguido hay que mantenerlo! y eso a menudo supone esfuerzo y constancia…

• Padeces mentalidad de escasez y/o baja autoestima: Quizás en el fondo no crees posible el cambio (o bien porque tienes una visión negativa que te impide ver las múltiples posibilidades y oportunidades a tu alrededor, o porque no confías en ti mismo, no crees tener lo que hay que tener para ser capaz de lograr tu objetivo). De modo que al autosabotearte evitas intentarlo, y por tanto decepcionarte, defraudarte. Y evitas el tener que cambiar tu forma de pensar (sesgo de confirmación, como siempre obtienes el mismo resultado -nulo- así puedes seguir creyendo que no vales para esto). Es una caca, pero para tu cerebro supone menos esfuerzo, y te mantiene a salvo.

• Tienes creencias irracionales: como que “a ti siempre te surgen problemas” “todo se te da más difícil que a los demás”, “hay que trabajar muy duro por lograr el éxito”, “lo que viene fluido y fácil, no es válido o duradero”. Ideas inconscientes que hacen que preveas el fracaso (o un sobreesfuerzo que no apetece nada) y que te alejan de la vida que deseas.

Conclusión:

Aunque el autosabotaje puede parecer irracional a primera vista, como ves puede tener una intención positiva en el fondo. Comprender las razones detrás de tu comportamiento autodestructivo, te ayudará a poder romper este patrón nocivo.

Ahora puedes atender las necesidades subyacentes que están impulsando tu saboteo. Al hacerlo, abres la puerta a un mayor crecimiento, comprension y autocompasión en tu vida.

¡Mucho ánimo, vas bien!

Un abrazo,

Ainoa

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