Truco sencillo e infalible para encontrarte mejor

¿Sabes que en épocas de crisis el pintalabios rojo dispara sus ventas?

Buscamos algo que nos ayude a sentirnos más guapas y seguras, así que un labial es un lujo asequible. Además de una recompensa por nuestras emociones incómodas.

Y es versátil, porque en caso de necesidad lo puedes usar como colorete (rubor) o incluso como sombra de ojos.

Me pregunto si con esta crisis que estamos viviendo también se habrán incrementado las ventas de maquillaje (aunque lo dudo mucho, ya que la mascarilla nos oculta precisamente la boca).

Pero hay soluciones mucho más asequibles, económicas y unisex que te ayudan a transformar tus emociones instantáneamente sin tener que invertir ni un euro.

 

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Como por ejemplo, hackear tu cerebro con el lenguaje no verbal.

Es decir, engañarle haciendo todo lo contrario de lo que te pide de forma natural.

Por ejemplo, si estás enfadado seguramente tiendas a cruzar las piernas y los brazos. Estarás serio, con los dientes apretados y el ceño fruncido.Si estás triste, enrollarás instintivamente tu cuerpo “hacia dentro” encorvando tu espalda, bajando tu cabeza y encogiendo tus hombros. Si estás nervioso o inquieto, probablemente moverás muy rápido tus manos y pies,…

Pues si cambias la postura de tu cuerpo y la expresión de tu cara de forma consciente, tu cerebro cortocircuita.

Él estaba ordenando a tus músculos que se comportaran de un modo, que tu respiración y tu ritmo cardíaco fueran a una velocidad… y vas tú, tomas el mando y ordenas lo contrario.

“WHAAAT!? ¡Pues será que en verdad no estábamos tan nerviosos o  tristes si ahora estamos bailando y cantando!” – piensa tu cerebro

 

Así que un truco infalible para cambiar -temporalmente- tu estado emocional y empezar a encontrarte mejor, es estirarte, sacudir tu cuerpo, dar unos cuantos saltos para que la sangre y la energía se redistribuyan y reequilibren. Erguir tu cuerpo, sacar pecho, adoptar una postura de poder, separar las piernas y ralentizar los movimientos. Ponerte música que induzca el estado que quieras alcanzar, si puedes incluso bailar y cantar.

Pero sobre todo, focalizar tu atención en la respiración.

La respiración es fundamental.

Ten en cuenta que cuando estás en un momento de gran estrés o emociones fuertes, tu cuerpo se siente en alerta máxima, como si estuvieras en peligro de muerte.

Da igual que lo que te esté poniendo tan nervioso no sea un camión real que está a punto de atropellarte, sino tus pensamientos acerca de tu crisis de pareja y de lo mal que lo vas a pasar si te deja.

DA IGUAL.

Porque el cerebro no distingue entre situaciones reales o imaginarias.

Él percibe que te tiene que poner a salvo para que sobrevivas. Así que ordena al corazón y la respiración que trabajen a mil revoluciones, para que le llegue buen combustible a tus músculos y puedas salir corriendo o atacar.

Porque su cometido es protegerte.

Así que en casos de crisis, es el Sistema Nervioso Autónomo quien toma el control de tu cuerpo para ponerte a salvo.

Por eso estos trucos que te he contado son tan efectivos.

Porque cortan este patrón, permitiendo que se restablezca por unos momentos la homeostasis -el equilibrio- en tu cuerpo, y vuelva a mandar en ti tu Sistema Nervioso Central. Ese que no es tan básico, tan primitivo, tan de supervivencia. Ese que controla el resto del día tu organismo, cuando estás relajado.

Así que como ves, todo esto que siempre decimos los especialistas en gestión emocional de que hay que cuidar el cuerpo, la respiración, el descanso, blablabla… no es ninguna tontería.

El cuerpo está totalmente ligado a las emociones y los pensamientos.

Vamos, que lo de mens sana in corpore sano ya lo sabían hasta en la antigua Roma sin tener ni idea de sistemas nerviosos.

Es hipercomplicado mantenerse animado y optimista si llevas un mes durmiendo apenas dos horas al día, si sólo te alimentas de comida basura, si vas estresado a todas partes y no haces ejercicio desde bachillerato.

 

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El cuerpo, como cualquier otra máquina, necesita cierto mantenimiento.

Especialmente ahora que no paramos de recibir malas noticias de los medios de comunicación, que todo es tan incierto y angustiante.

¿Y sabes otro truco sencillo para mejorar tu estado emocional?

Sonreír.

Sonreír durante al menos 5-10 minutos. Y si puede ser mirándote al espejo, mucho mejor porque hace doble hackeo (tus ojos te ven sonriendo y mandan la información a esa cabina de mandos que tienes sobre los hombros)

Si vas por la calle, puedes enseñar hasta las muelas del juicio, porque nadie se va a dar cuenta con la mascarilla.

Y si además de forzar tus músculos te vas fijando en las cosas bonitas y agradables que ves, mucho mejor.

Porque a pesar de toda esta situación horrible que estamos viviendo, siguen existiendo cosas maravillosas. La abundancia nos rodea. Puedes deleitarte con los perritos simpáticos, los niños que juguan y ríen, la luz y el calor del sol, las nubes, los sonidos, la vegetación,…

Evidentemente este truco no cambia tu vida ni disuelve todos tus problemas.

Pero te relaja y te pone de mejor humor durante un rato.

Un precioso rato que debes aprovechar inteligentemente.

Porque si tal cual vuelves a tus pensamientos negativos, esos que te metieron en el hoyo… pues de poco sirve. Te da un respirito, pero acabarás igual.

Así que trata de sonreír mientras asientes con la cabeza y te dices mentalmente afirmaciones positivas tranquilizadoras, como “pase lo que pase voy a estar bien, confío en mi capacidad de adaptación” “tengo muchos recursos para salir adelante” “todo va a ir bien, estoy a salvo, me estoy encargando de solucionar el problema”

Y a continuación vas y te encargas de verdad, que no se trata de auto-engañarte; sino de quitarle la capa de dramatismo y angustia al asunto, para pensar con claridad y poder pasar a la acción sin bloquearte.

Espero que estos trucos te hayan gustado y los pongas en práctica, ya me contarás cuando los pruebes.

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