Llevas una temporada complicadita, te ha costado recomponerte, ¡pero por fin parece que lo vas logrando!
Mientras paseas tranquilamente, de pronto percibes algo llamativo en el aire.
¿Qué es ese olor?
👃🏼Sniif snifff
Oh no…
Es la maldita colonia de tu ex.
Ese néctar de los dioses impregna todo el ambiente. Se cuela por tus fosas nasales como una f*ckin’ máquina del tiempo, teletransportándote directamente a vuestro primer beso, cuando le sentiste cerca y acariciaste su piel por primera vez…
Tus pelillos se ponen de punta.
Y el corazón se te vuelve a hacer trizas.
Piensas – «¿Pero cómo puede ser? Con lo bien que iba…¡Maldita memoria! Ojalá no le hubiera conocido nunca, así no estaría como estoy ahora…»
En ese momento te das cuenta de que ese dolor te está dando pistas. Algo no va bien.
Demasiado intenso para estas alturas.
«Ya debería haber pasado página» – te dices.
Y como caído del cielo, recibes un email de la tal Ainoa del Aihop coaching ese.
Ah claro, que es sábado, hoy toca.
Lo abres, y ves que contiene una invitación para que te apuntes a un congreso online, que casualmente se llama “Olvida al ex”.
«¡Me ha leído la mente o qué? A ver qué es esto. Hmmm… gratis… 34 ponentes… conferencias variaditas… durante 5 días… Interesante… Venga, me apunto, que seguro que me viene bien» – te dices mientras pinchas el enlace.
Unos días después, te agradeces la buena decisión que has tomado hoy.
Y te acabas dando cuenta de que no se trata de olvidar. Sino de aceptar, aprender, integrar, crecer, trascender, avanzar y evolucionar. Todo esto, agradeciendo lo vivido y cada momento que pasaste a su lado (los buenos y los no tan buenos).
Acabado el Congreso, te sientes en paz, con una nueva perspectiva, con fuerzas renovadas para recomponerte y salir adelante.
Y pasado un tiempo, cuando vuelves a oler su colonia por la calle, sonríes y recuerdas con ternura la época que compartisteis. Le reconoces como una persona importante en tu historia de vida, mientras miras al futuro, libre y agradecida.
¡Vaya cambio!
😉
Con cariño,
Ainoa
PD: Esto que te he contado es el efecto memorístico conocido como la magdalena de Proust (o también fenómeno de Proust o efecto proustiano), que se produce cuando un olor te devuelve a un momento concreto que tienes emocionalmente asociado a ese aroma 🧁 Proviene de una novela del famoso escritor, en la que esto mismo le pasaba al protagonista al oler una magdalena recién hecha mojada en té.
PD2: Es un fenómeno involuntario. Como las emociones y el procesamiento de los olores se encuentran ambos en la misma zona del cerebro (el interior del sistema límbico), se cree que por eso se produce la relación olfato-memoria.
PD3: Sea como sea, no te despistes con los muffins y supera a tu ex aquí. Ese bollito no merece más lágrimas.