El otro día hablaba con una amiga que está muy triste. Porque hace justo un año, murió su madre (a la cual estaba muy apegada).

Y claro, las Navidades son fiestas tan familiares que es prácticamente inevitable que no se abran nuestras heridas. Echamos de menos más que nunca a quienes ya no están a nuestro lado.

Te comparto las palabras que le dije.

Espero que, si también estás lidiando con el duelo, te puedan servir un poco de aliento a ti también:

“Es normal que toda la familia estéis así de tristes… No tendréis ánimo para nada, es totalmente comprensible.

Ahora mismo imagino que sentís que os han arrancado una parte fundamental de vuestra vida… es tan doloroso… ojalá pudiera hacer algo por aliviar vuestro dolor…

Pero aunque sea por un ratito, te animo a celebrar la vida.

Porque sigues aquí y ahora.

Sigues teniendo al resto de tu familia al lado. Estás rodeada de personas que te quieren, te apoyan y se preocupan por ti.

Les puedes tocar, les puedes sentir, puedes vivir cosas con ellos (aunque ahora no tengas ganas y sientas que nunca las tendrás).

Porque estás bien.

Estás respirando, tus venas siguen regando sangre, tu corazón aún late.

Tienes toda una vida por delante y mil oportunidades para volver a ser feliz y disfrutar de la vida. Aunque ahora todo eso te apetezca insignificante y lo sientas muy lejos…

Pero con el tiempo las ganas volverán.

De una forma nueva y distinta.

¡Y claro que volverás a ser feliz del todo!

La melancolía es un sentimiento agridulce… Por un lado duele como el demonio… Pero por otro lado habla de todos los sentimientos positivos que guardabas hacia tu madre.

Mira, como dice esta frase que me encanta, de Winnie the Pooh:

“Qué suerte tengo de tener algo que haga tan difícil decir adiós.”

Si estás así de triste, es porque sientes que has perdido algo muy grande e importante, y eso es porque sientes un gran amor.

¡Tienes una gran capacidad de dar amor!

Y eso no te lo quita nadie.

Ni la muerte, ni el tiempo, ni nada.

Ese amor sigue en ti, y estoy segura de que tu madre lo sintió y disfrutó mientras vivía.

Y lo justo es que ese amor lo compartas con los demás, cuando te sientas preparada de nuevo.

Mucho ánimo, un abrazo enorme.”

Si te ha gustado este artículo, te animo a que leas este otro sobre otra forma de enfocar la muerte de un ser querido.

“Aquello que no aceptas es la única causa de tu sufrimiento” – Gerardo Smelding

“El secreto para una buena vida es tener más comienzos que finales” – Dave Weinbaum

Bajo mi punto de vista, estas dos frases se pueden convertir en una buena guía para reconstruir tu vida durante el duelo.

Tratar de aceptar cuando antes este cambio tan grande, para poder adaptarte.

E ir poco a poco abriendo nuevos horizontes en tu vida, haciendo cosas nuevas, conociendo personas, viviendo experiencias que te motiven y te reconecten con la alegría de vivir.