Muy a menudo me preguntan cómo saber si un problema es lo suficientemente grande como para pedir ayuda a un especialista.
¿Debería pedir ayuda?
Muchas personas desean poder contar con alguien que les ayude a salir de su situación y a mejorar personalmente. Pero les da vergüenza acudir al profesional, temiendo que éste pueda juzgarles o pensar que sus problemas son tonterías.
O peor aún, temen sentirse inútiles por no haber podido solventar sus dificultades ellos solos.
Otras personas saben que sus problemas son graves, pero no lo suficiente como para atreverse a dar el paso. Y es que eso es algo que ciertamente, cuesta bastante.
Lo que yo les digo al respecto, es que TODOS y cada uno de nosotros tenemos problemas a lo largo de nuestra vida. De hecho, cada día nos enfrentamos a muchos retos y situaciones complicadas. Así que no hay una escala objetiva que regule la “gravedad de los problemas”.
¿Cómo te sientes?
Lo importante es cómo tú te sientas al respecto:
Si crees que tienes suficientes recursos como para abordar esas dificultades y salir airoso, entonces es probable que no necesites más ayuda que la tuya propia.
Sin embargo, si sientes que esa dificultad te genera una incomodidad fuerte, te desestabiliza, te agobia; te impide alcanzar tus metas. Dura desde hace demasiado tiempo; has intentado varias estrategias y no has logrado solventar el problema.
O si incluso crees que puede llegar a desembocar en algo más grave, entonces es recomendable que te pongas en manos de un experto que te guíe desde fuera, desde una perspectiva más objetiva y neutra.
Y es que muchas veces, lo importante no es sólo cómo de lleno está tu “vaso”, cuánto pesa… Sino cuánto tiempo llevas aguantándolo.
También se puede dar el caso de que, por lo general, te veas fuerte y confiado para afrontar tus dificultades, pero que en un momento determinado de tu vida, te sientas sobrepasado.
Esto es algo totalmente normal y más habitual de lo que creemos. Nuestra motivación, energía vital y autoestima van fluctuando con el tiempo. No siempre nos sentimos igual de fuertes y motivados.
Por eso, puede haber épocas en las que se junten varios problemas y nos desborden. Aunque desde fuera puedan parecer pequeñeces. Muchas de ellas juntas, hacen un buen montón.
No te juzgues
Lo primero y más importante en esos momentos es NO JUZGARSE.
Somos nuestros peores jueces, y a veces nos lo ponemos realmente difícil. Si empezamos a machacarnos y a sentirnos culpables por no levantar cabeza, cada vez caeremos más y más profundo en el pozo.
Así que, lo primero que tenemos que hacer es tener paciencia, confiar en nosotros mismos, en que saldremos adelante, y sobre todo, tratarnos con amor y cariño.
Tu mejor amigo
Para un momento y piensa: Si tu mejor amigo estuviera en tu situación, ¿cómo le hablarías? ¿Qué consejo le darías?
Tú eres (o deberías ser) tu mejor amigo. La única persona que, 100% seguro, te acompañará cada día de tu vida, desde tu nacimiento, hasta tu muerte. Así que… ¡póntelo fácil!
Trátate bien, deja de culpabilizarte y de sentirte víctima de las circunstancias. ¡Ten por seguro que estas actitudes no ayudan y además te bloquean más aún!
Tu responsabilidad
Toma la responsabilidad de tu vida y de tus problemas, ¡y adelante!
No pasa nada por sentirse desbordado. Eso no te hace menos válido.
No eres Superman, ni Superwoman (ni tampoco deberías exigirte serlo) ¡No tienes la obligación de saber resolverlo todo tú solo!
De hecho, por eso existimos los profesionales del desarrollo personal y la psicología 🙂
¿Verdad que si te rompes una pierna, no tienes problema en ir al médico? ¿O si se te estropean las bujías del coche, acudes rápidamente al mecánico y no por ello te sientes inútil ni avergonzado?
¡Pues en los problemas vitales debería ser igual!
Por lo general, cuando somos pequeñitos, nadie nos enseña una filosofía de vida positiva, ni a tener estrategias para resolver los conflictos de forma eficiente.
Normalmente vamos por la vida aprendiendo y amoldándonos como buenamente podemos (y ya solo por eso, tenemos un enorme mérito). Pero si hubiera alguien que te pueda ayudar a alcanzar tus objetivos y a solventar tus problemas de forma mucho más rápida y efectiva… mejor que mejor, ¿no?
El profesional
Recuerda que el profesional es alguien que está ahí para ayudarte y guiarte. No es quien para criticarte ni echarte nada en cara. Te tenderá una mano de ayuda. No un dedo juzgador.
Somos personas que, por lo general, amamos lo que hacemos. Nos encanta ayudar a las personas, escuchar sus problemas, ayudarles a desahogarse y a buscar la mejor solución. Somos personas empáticas y llenas de amor, que estamos aquí al servicio de los demás.
Así que, por favor, si algo te detiene a la hora de buscar ayuda, que no sea ese “juez fantasma” que sólo existe en tu cabeza.
Cuanto antes te pongas manos a la obra, antes podrás mejorar tu situación.
¿Ya conoces el Coaching? ¿Sabes qué tipos hay y qué beneficios aporta esta técnica?
Si te interesa empezar un proceso pero no tienes muy claro qué debes valorar a la hora de decantarte por un coach, mira este vídeo en el que te doy un montón de tips para elegir a la persona adecuada para ti:
Te mando un fuerte abrazo y mucho ánimo,
¡TU PUEDES!
¿Quieres trabajar conmigo?
Si te has sentido identificado con lo que has leído y quieres solucionar tu problema, escríbeme para reservar tu primera sesión de coaching a mitad de precio (38€).
Nos veremos por videoconferencia durante 60 minutos para trabajar tu asunto. Sin compromiso.
Y si deseas continuar conmigo, resolveré tus dudas sobre el servicio que más se ajuste a tus necesidades
Si vas a hacer una consulta para que te ayude con un tema puntual, adquiere mi servicio Coaching Express.
¡No te pierdas estos artículos!
(1º parte) 25 peligros de no marcar límites
Ser asertivo y marcar sanos límites en tus relaciones puede costar mucho, pero es la clave para evitar muchos peligros y dinámicas tóxicas
Aprovecha las fiestas para hacer balance y recargar energías
Este año ha sido muy complicado y quizás te resistas a mirar atrás para hacer tu balance anual, pero seguro que puedes sacar aprendizajes y alguna buena experiencia de este 2020
Las relaciones sanas y el Equilibrio
Las buenas relaciones se basan en la equidad. Dar y recibir en la misma proporción, aunque no siempre sea del mismo modo. Que haya justicia, equilibrio, implicación mutua.
¿Te ha gustado el artículo? Compártelo
Recibe mis reflexiones semanales + la masterclass gratuita de bienvenida, para que logres cambios reales y duraderos.
Aihop Coaching te informa que los datos de carácter personal que me proporciones rellenando este formulario serán tratados por Ainoa Espejo Álvarez como responsable de esta web.
La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales que te solicito es para gestionar los comentarios que realizas en este blog.
Legitimación: Consentimiento del interesado.El hecho de que no introduzcas los datos de carácter personal que aparecen en el formulario como obligatorios podrá tener como consecuencia que no atender pueda tu solicitud.
Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en mi página web: https://aihopcoaching.com, así como consultar mi política de privacidad.