Ser feliz

Dime…

¿Qué necesitas para ser feliz?

¿Qué te está faltando?

¿Cómo te gustaría que fuera tu situación?

¿Qué tendría que pasar para que te sintieras pleno/a?

Y…

¿Cómo podrías ser feliz ahora mismo? Con lo que ya tienes, con tus circunstancias actuales tal y como son, sin cambiar nada.

Expectativas

¡Hay que ver! La de veces nos empeñamos en no sentirnos felices y realizados hasta no tener tal cosa.. hasta que no pase tal otra, hasta que no llegue tal día… hasta que no-se-quien no haga o diga algo,…

¿Pero sabes qué?

Tu vida es AHORA

No es ayer. No es mañana. Ni es cuando pase eso que tanto deseas.

Lo único que tienes es el presente (que es un regalo, por eso se llama así)

El pasado ya no está.

El futuro todavía no existe.

Lo único sobre lo que puedes influir, con lo que puedes hacer algo, es el presente. Lo que está sucediendo ahora.

Así que te animo a que empieces a ser feliz ya mismo. Sin esperas ni condiciones. Sin hacer tantos planes rígidos.

Dejando de vivir con “tortícolis” de tanto mirar hacia atrás, revisando el pasado una y otra vez.

Tu felicidad es responsabilidad tuya

Deja de sentirte víctima de las circunstancias. Tú tienes el poder y la capacidad de ser feliz. Desde dentro. Por ti mismo. Sin depender de nada ni de nadie.

Pero claro, para eso debes esforzarte y poner atención. Aprender nuevas formas de generar esa felicidad. Y ponerlas en práctica cada día.

Toma papel y lápiz, qué date a solas contigo mismo y tus pensamientos, y escribe:

• ¿Qué cosas te hacen feliz a ti?
• ¿Qué te ayuda a sentirte mejor contigo mismo?
• ¿Qué te trae paz y tranquilidad?

Quizás sea algo tan sencillo como poner tu canción favorita y echarte un bailecito cantando a grito pelado. O disfrutar de un rato a solas en silencio. Tomarte una infusión calentita mientras lees un capítulo de tu libro. Escribir tus emociones en un diario. Sentirte productivo y eficiente consiguiendo tus metas, haciendo cosas o solucionando asuntos que tenías pendientes. Aprender algo nuevo. Dedicar tiempo a tus hobbies, etc.

¡Hay miles de acciones cotidianas que puedes hacer, y que sólo te involucran a ti!

La felicidad es una decisión

La felicidad es una responsabilidad personal. Depende en gran medida de ti.

Cada vez que dejas que sean los demás quienes decidan por ti, te faltas al respeto.

Cuando reaccionas a lo que pasa “fuera”, sin preocuparte  de lo que deseas “por dentro”, de lo que realmente necesitas o quieres, te estás alejando de la paz interna.

Cuando te victimizas, te quejas sin poner remedio y sientes que no puedes hacer nada por cambiar tus circunstancias, te condenas.

Porque cada vez que dudas de ti, te criticas duramente o eres auto-destructivo, te estás cortando las alas.

Eso hace que te paralices, que te cueste avanzar. Que te aterrorice tomar decisiones y acabes estando donde estás. Triste, asqueado e insatisfecho. Y eso, ni qué decir tiene, te aleja diametralmente de la felicidad.

Entonces…

Empieza a aceptar, a ser más flexible y a apreciar la imperfecta perfección que hay en todo lo que nos rodea.

Cambia tu visión del mundo. Deja de escanear lo que está mal (bajo tu criterio), lo que te falta o lo que debería ser de otro modo.

Date cuenta de que nada “es”. Todo depende de los ojos con los que lo mires.

Del significado que tú le das.

Por poner un ejemplo: los perros te pueden encantar y despertar una ternura inmensa. Pueden dejarte indiferente y que ni te fijes en ellos. O puede que te aterroricen y huyas cada vez que te cruzas con uno.

El perro es el mismo en los tres casos. Lo único que cambia es lo que tú piensas de él y lo que te hace sentir.

Y esto ¡es algo que va tan unido!…

“La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes”.

John Lennon