En esta época está todo el mundo como loco haciendo balance.
Las empresas hacen su cierre del año… La tele y los periódicos recopilan noticias y eventos del año…
¡Y es que no es casualidad!
Porque necesitamos ir cerrando etapas para sentir que avanzamos y que tenemos cierto control sobre nuestra vida.
Pero esto es algo que no sólo conviene hacer a final de año, sino a lo largo de los ciclos o fases por las que vayamos pasando a lo largo de nuestra vida.
Fin de etapa
De vez en cuando es fundamental echar la vista atrás y ver el camino que hemos recorrido. Sobre todo para sacar aprendizajes y conclusiones valiosas.
Lecciones que nos ayuden a mejorar, para ser cada vez más sabios y más eficientes. Ir haciendo mejor las cosas, de forma más fluida, con menor esfuerzo y menos meteduras de pata.
En definitiva: ¡evitarnos sufrimiento y ganar en felicidad!
Te dejo estos ejercicios para limpiar tu mente y para darle la bienvenida al año nuevo como se merece.
Con ellos (más el ejercicio que te cuento a continuación) tendrás un completo “ritual” para entrar con buen pie en el año nuevo, llevar el timón de tu vida y conseguir todo lo que te propongas.
Todos estos ejercicios están extraídos de mi Sistema Aihop
Ejercicio práctico de fin de ciclo
Ahora que vas a cerrar un periodo, es un buen momento para recordar todo lo que ha pasado estos últimos tiempos en tu vida.
Esta dinámica la puedes hacer en cualquier momento de tu vida en el que sientas que necesitas cerrar un ciclo para comenzar una nueva etapa de forma limpia, con ilusiones renovadas.
Vas a hacer el ejercicio completo tres veces, dividiéndolo en las áreas importantes de tu vida:
- Personal
- Social-familiar
- Laboral
Toma papel y lápiz, elige un lugar tranquilo donde puedas estar cómodamente a solas durante un rato, y ponte a recordar este tiempo de atrás.
Como te decía, piensa primero en cómo ha ido en cuanto a tu desarrollo personal (cómo de a gusto te sientes con la persona que eres, si crees que este año te has conocido, te has respetado, has madurado y has mejorado tu autoestima).
Después piensa en tus relaciones (familia, amigos, conocidos, personas del trabajo,…).
Y por último, recuerda cómo ha ido respecto a tu trabajo o proyectos laborales
Para cada una de estas tres áreas, analiza y detecta:
- Cosas que han ido muy bien este año.
- Aquello que no ha ido nada mal.
- Cosas que podrían haber estado mejor.
- Lo que ha ido bastante mal.
Después plantéate estas preguntas con respecto a todo lo que acabas de analizar:
- De todo ello: ¿qué depende de mí, qué estaba en mi mano?
- ¿Qué podría haber hecho para evitarlas, mejorarlas o hacer que fueran de una manera distinta?
- ¿Realmente me corresponde a mí? ¿Qué parte de responsabilidad real tenía yo?
- ¿A qué me comprometo yo, qué voy a hacer el año que viene para que no me vuelva a suceder aquello que no deseo?
- ¿Qué voy a hacer a partir de ahora para que suceda aquello que deseo atraer a mi vida?
- Estas son todas las cosas que me gustaría que se produjeran este próximo año…
- Y todas las cosas que me gustaría lograr por mis propios méritos antes del 31 de diciembre del año que viene (o la fecha que te hayas propuesto)
- Esto es lo que necesitaré (externo a mi) para alcanzar mis metas (ejemplo: comprar la equipación deportiva, buscar recetas, apuntarme a un curso, contratar a un profesional,…)
- Estos son los recursos internos que necesitaré para conseguirlos. (ej: constancia, organización, fuerza de voluntad, creer en mi mismo, dejar de auto-sabotearme, adquirir buenos hábitos… )
De esos recursos que has sacado en la última pregunta, analiza:
- Los que ya tengo.
- Recursos que aún no poseo, pero puedo conseguir (¿de qué manera los voy a lograr? ¿cuándo, cómo y dónde?)
- Aquellos que están muy lejos o fuera de mi alcance (¿cómo puedo sustituirlos o salvar su falta? Hazte un “plan B” por si no pudieras conseguirlos)
Despide agradeciendo
Ahora vas a hacer una carta de agradecimiento a todas las personas que, de algún modo u otro, te han ayudado en este año a ser un poco más feliz, a que tu vida haya sido más fácil o te han hecho sentir bien.
No hace falta que luego se la enseñes a nadie si no quieres. Es más un ejercicio de reflexión personal. Se trata de recordar a cada persona y el motivo concreto por el que le estás agradecido, sintiéndote realmente así…
Puedes incluir situaciones también (que te hayan traído paz, diversión, alegría… e incluso dolor y aprendizaje, si te han ayudado a crecer durante este año!)
También puedes agradecerte a ti mismo el haberte puesto fácil afrontar ciertas circunstancias, el haber trabajado duro por lograr tus objetivos, el haberte permitido disfrutar, etc.)
Este ejercicio es precioso y muy potente. Especialmente útil si estás triste o has pasado un año complicado.
Te elevará el ánimo instantáneamente.
Ademas el agradecimiento es la energía desde la que podrás empezar a atraer y manifestar todo lo que deseas en tu vida.
Visualiza tu próximo año
Y para comenzar la nueva etapa lleno de ilusiones, nada mejor que crearla primero mentalmente.
Tómate unos minutos para visualizar tu futuro. Tu próximo año. Este ejercicio de PNL (Programación Neurolingüística) te ayudará mucho.
Cierra los ojos e imagina todo lo que quieres atraer a tu vida en esta nueva etapa.
¿Qué te gustaría sentir, vivir y conseguir?
¿Qué te gustaría que pasara este año?
¿Qué vas a hacer para que suceda?
Visualízate a ti mismo poniéndote manos a la obra, trabajando cada día en construir eso que tanto anhelas y disfrutando los beneficios de tus acciones.
Mírate a ti mismo haciendo todo lo necesario para construir esa realidad.
Observa cada uno de los detalles.
Levantándote temprano por la mañana. Desayunando. Cepillándote los dientes. Vistiéndote, calzándote. Yendo a donde tengas que ir y haciendo los esfuerzos que te hayas propuesto, interactuando con las personas que estén en ese escenario,…
Siente el orgullo y la satisfacción de saberte dueño de tu vida.
Observa a ese “yo del futuro” con una sonrisa enorme en la cara, con una energía resplandeciente, tan orgulloso y satisfecho de si mismo que nada ni nadie le puede parar.
Siéntete lleno de abundancia, repleto de felicidad. Rodeado de los tuyos, compartiendo y viviendo momentos inolvidables.
Mírate a ti mismo con una expresión facial plena y serena.
Siéntete tal y como deseas sentirte.
Crea esa realidad, siente cómo te sentirás haciendo cada una de esas acciones que te acercarán al éxito. Qué escucharás en esas situaciones. Qué verás a tu alrededor. Cómo será tu día a día. Percíbelo con todos y cada uno de tus 5 sentidos. Hazlo lo más real posible, crea esa realidad en tu mente primero, saboréala.
Por último, elige una palabra que describa esa sensación, eso que quieres sentir o lograr en esta nueva etapa.
Será tu palabra mágica, tu estrella polar que te guíe todo el tiempo.
Anótala en un papel y ponla en un sitio visible.
Ahora…
¡A por ello! Haz que se convierta en realidad.
Recuerda que sin acción no hay transformación
Espero que tu balance sea muy positivo al ver todo lo que has aprendido y avanzado durante este tiempo.
Recuerda que lo más importante no es cuánto te falta para llegar a la meta, sino el camino que llevas recorrido, y todo el esfuerzo que has dedicado.
Te deseo una muy feliz etapa nueva
Que venga cargada de sueños, de propósitos cumplidos, felicidad, calma, equilibrio, crecimiento, sabiduría, satisfacción personal y relaciones plenas.
Con cariño,
Ainoa
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